Yo anuncié, y salvé, e hice oír, y no hubo entre vosotros dios ajeno. Vosotros, pues, sois mis testigos, dice Jehová, que yo soy Dios. (RVR1960)
¿Has notado que cuando compras un producto en línea, enseguida aparece una encuesta? o ¿Cuándo realizas una llamada, antes de que el agente responda el teléfono, una grabación te piden que respondas una encuesta al final de la conversación? Bueno, cuando tomas la encuesta estás siendo un testigo. Para bien, mal o para mostrar indiferencia, tu eres un testigo del producto o del servicio recibido.
Cuando Dios hace una obra en tu vida, no lo está haciendo solo para ti. Aunque indudablemente Dios quiere beneficiarte, Él también trata de crear una reputación para sí mismo en esta generación. Es decir, Dios quiere usarte para que seas testigo de su Amor infinito.
¿De quién eres testigo? ¿A quién quieres mostrar el resultado de la encuesta? Pues, deberías estar dispuesto a decírselo al mundo entero.
¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? (Romanos 10:14)
Tú eres amado por Dios, tú le perteneces. Él lo dice claramente en las escrituras – Él te ama. Por lo tanto, cuenta lo que sabes de su amor por ti. Sé testigo a los que no han escuchado o no le conocen aun ... Se testigo de la bondad, la salvación, la sanidad, la unidad, la paz, la alegría ... eres un testigo del Amor de Dios. Cuéntale a tus hijos y a tus nietos. Ten un Club Bíblico en tu escuela. Únete a un club cristiano en tu universidad. Haga un estudio bíblico en el trabajo a la hora del almuerzo ... sea testigo. Vaya a un centro para personas mayores y comparta la palabra con los ancianos. Este año, pídale al Señor que toque sus labios para atestiguar a cerca de Dios en todo momento. Él te respaldará y guiará.