Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado. Lucas 2:15 (RVR1960)
Cuando lees la historia de Navidad en la Biblia, te das cuenta de que mientras los pastores cuidaban a los corderos que se iban a usar en el templo, los ángeles vinieron y proclamaron que un niño había nacido para traer paz al mundo. Quien podría imaginar que, ese pequeño niño, ese pequeño cordero, cambiaría el curso de millones de vidas al ser crucificado en una Cruz.
Al ser crucificado en la cruz, Jesús nos compró y nos liberó del pecado de rebelión en contra de Dios. Pero, Jesús no se quedó muerto en la Cruz, Jesús resucitó de entre los muertos. El propósito de Dios es darnos una nueva vida. Nosotros también somos resucitados con Cristo Jesús. Esa fuerza que le dio vida a Jesús entra en cada persona que tiene fe en lo que Jesús dice. Es importante que dejemos que eso ocurra en nosotros. Clama a Dios y deja que El Espíritu de Dios more en ti. Debes permitir que la visión de tu vida se centre en Jesús, solo en ese momento la paz se apodera de tu alma. Esa Paz se origina porque caminando con Jesús aprenderás a hacer solo la voluntad de Dios y así todo lo que hagas dará gloria a Dios.
Cuando se les dijo a los pastores sobre el nacimiento del Salvador, se decían unos a otros ... "Vamos a ver". Por la fe en la palabra de Dios enviada por los ángeles, los pastores fueron a ver, y fue así como lo que oyeron con fe lo vieron con sus propios ojos y experimentaron gozo y paz que sobrepasa todo entendimiento.
¿Te darías la oportunidad de ir a la iglesia para ver lo que vieron los pastores? Escucha con oídos de fe, cree a Jesús.... Ya verás, la paz y la alegría llenarán tu alma, tu mente, tu corazón… ¡Anda y ve! …. ¡Ve a Jesús!